En el recorrido de nuestras vidas nos topamos con una gran variedad de personas, algunas llegarán a ocupar lugares importantes en nuestras vidas, mientras que otras solo estarán de paso.
No todos dominan la materia del amor, de hecho es algo que se pule con el paso del tiempo y con la experiencia. Durante ese recorrido podemos encontrarnos a quienes van en pleno aprendizaje y hacen lo mejor que pueden hacer, sin embargo, de igual manera resultan insuficiente para no generar daño a quienes le reservan un espacio en su vida.
El amor no puede ser medido en cantidad, ya que no existen medidas suficientes para hacerlo, pero, sí podría hablarse de los parámetros comunes en el amor que hacen que éste sea bien dado y bien recibido.
Siempre terminan por lastimar esos amores que generan vacíos donde no los había. Aquellas relaciones en donde alguno de los dos no se siente querido, acaban por distanciarse si prevalece el amor propio, pero, en los que existe algunos quiebres o bien, demasiada tolerancia en una relación a los límites que se debería tener, puede extender en el tiempo de una relación que solo traerá sufrimiento, desmotivación y resentimiento.
Aquellas personas que aparentan querernos de vez en cuando y luego actúan no si no les importáramos, podemos decir que son inseguras respecto a sus sentimientos, que en su vez le hacen dudar de nuestros sentimientos hacia ellos, puede que sientan miedo a resultar lastimados si se entregan por completo, tal vez desinterés en establecer una relación, comodidad al obtener lo que quiere sin sacrificios, miedo al compromiso o miedo perder la libertad y entre otras causas. En cualquiera de los casos en una forma de mal querer.
Cada uno de nosotros sabe o al menos en el camino va aprendiendo a distinguir qué es lo que quiere para su vida, si es una situación que no le causa satisfacción, lo más sano es soltar esa relación y esperar algo mejor. No hay que tener miedo de perder lo que no nos pertenece, menos de no conseguir algo que se adapte a lo que deseamos en el amor, miedo nos debe dar condenarnos a una relación tóxica.
Solo tú eres responsable de lo que permites en tu vida. No te conformes con lo que no te hace bien.