A lo largo de mi vida entendí que ser feliz. Muchas veces requiere un largo viaje y algunos golpes, pero todos ellos te enseña algo.
Cargamos errores, ofensas, mentiras y heridas abiertas que nos hacen sentir decepcionados, culpables, fracasados y ofendidos. Y son justamente esas emociones por las que no avanzamos y entorpecen nuestro viaje.
El perdonar a los demás es un tema recurrente en mi pensamiento, pero lo más difícil es perdonarse. Ya que te has sentido traicionada, herida, defraudada. Pero el continuar con estos sentimientos solo te hace sentir como una niña miedosa, cuando debes enfrentarlos cara a cara.
Así que hoy me perdono por no abrazar más seguido a la mujer que soy, por no aceptarme, amarme, valorarme y respetarme lo suficiente. Por tener miedos e inseguridades.
Al juzgarme, criticarme y compararme con los demás, solo para hacerme sentir menos. Por sentirme miserable, además de los pensamientos de odio y lástima que alguna vez llegué a sentir contra mí, olvidando lo valiosa que soy .
Al final de cuentas, sólo soy una mujer intentando cada día ser la mejor versión de mí misma. Eres fuerte y todos pasamos por esto, es mejor perdonar y dejar toda esa carga negativa.