Es normal tener miedo, es parte de ser seres humanos. Sin embargo, es positivo que seamos conscientes de nuestros temores para no condicionarnos de un modo negativo en todo momento. Ya que los miedos nos alejan de la felicidad, pero por una sencilla razón. Porque está conectado con lo que tanto deseamos conseguir. Por lo tanto, para poder superarlos debemos fijarnos en lo que hay al otro lado del miedo.
El miedo a la soledad
Este miedo te lleva a que siempre estés buscando una pareja para poder ser feliz. Es el miedo que lleva a quien lo sufre a rodearse de personas que no son buena influencia, sin embargo, aparentemente evitan ese vacío de la soledad. Un vacío que, por el contrario, se multiplica porque el verdadero individualismo social nace cuando te conectas las emociones con tus amigos.
El miedo al futuro
Este miedo es el más influyente a planes de largo plazo. Sólo viven el momento y no les importa lo que puede pasar al otro día por el temor de no lograr las expectativas. Miedo a que pasen los años y no haber cumplido las metas que tal vez te habías marcado para ese momento. No vivas la vida como si fuesen plazos que puedes planificar de antemano. Vive el presente e intenta crear oportunidades de desarrollos personales para que este cree un puente hacia ese futuro soñado. Debes ir paso a paso, primero proponiéndote pequeñas metas y verás que cumplirás las de largo plazo.
El miedo al fracaso
Este miedo se puede dar en todos los órdenes de la vida, no sólo en el ámbito profesional, sino también, en el plano personal. No existe tanto el fracaso en la realidad como la interpretación que realizas por medio de la vivencia. Sin embargo, recuerda que no existe mayor éxito que la felicidad. Y la felicidad está lejos de los estereotipos sociales que con tanta frecuencia nos condicionan.
Tenemos que afrontar nuestros miedos para poder lograr y llegar a la felicidad. No nos quedemos con las ganas por temor a fracasar o a no cumplir nuestros planes. Es mejor realizarlos que nunca haberlos hechos.