¿Quieres que vuelva rogando por ti? Solo sigue estos 3 consejos.

Una mujer fuerte e inteligente sabe cuándo realmente un amor vale la pena, y lucha hasta el final por ese amor. Pues, se comprende que en vez de aferrarse se debe luchar, pero no de una manera en la que nuestra dignidad quede pisoteada, porque eso simple y sencillamente ahuyenta a los hombres.

Lo mejor que se puede hacer cuando se tiene una discusión y se termina la relación es proceder de manera sensata y con calma. Está garantizado que de esta manera ambos recapacitarán en cuanto a sus acciones y buscarán una solución a sus problemas de pareja. Ya que un hombre ama estar con alguien que se valore.

Los especialistas recomiendan que para hacer que la ex pareja regrese, se deben seguir estas tres (3) fases:

1. No contactarlo: Los sentimientos y emociones negativos al final de una relación abruman todo lo demás, lo que obliga a la pareja a separarse. Si no se le da una oportunidad de descanso al hecho de estar hablando y comunicándose después de que termina una relación, entonces ambos van a recordar constantemente esos sentimientos y emociones negativos del “final de la relación”.
2. Trabajar en la conversión de un mejor yo: Hacer de nuestra buena forma física una prioridad. Dedicarnos tiempo, arreglarnos, cuidar de nuestra apariencia lo más que podamos, por si en algún momento sucede un encuentro, él se dé cuenta que la ruptura no nos afectó en lo absoluto y que ahora nos vemos mucho mejor. Por lo que se arrepentirá de lo que perdió.
3. Dejar que nos extrañe y se el quien regrese: Unir todo lo que se obtuvo en las dos (2) primeras fases de este plan son crucial para dejar que regrese. Cuando todo eso se une, puede ser tentador acercarse y contactarle. Después de todo, ya nos sentimos realmente bien.

Aunque es bueno que nos sintamos mejor y estemos mejor mentalmente, al final será mucho más poderoso si permitimos que él nos contacte primero.

Si lo hace, y es idea propia de el en lugar de la nuestra. Le parecerá que nos está persiguiendo y tratando de reconquistarnos. Si nos acercamos a él, puede hacer que se sienta como si se estuviera tratando de manipularlo.