La base para tener una relación solidad es la comunicación, ya que establece el vínculo que crece a lo largo del tiempo. En oposición a la verdad tenemos a la mentira. Una palabra que evita contar a la persona lo que realmente está pasando, utilizando la mentira como una forma de defensa personal.
Las mentiras son acciones que pueden perjudicar una relación porque siempre son descubiertas en cualquier momento. Además, cuando uno comienza una mentira es muy difícil de poder librarse de ella porque crea una red donde una mentira lleva a la otra, otra y otra. Una de las mentiras más comunes es en el caso de una infidelidad.
Obviamente no vas a contarle todo a tu pareja, por una sencilla razón, porque cada persona debe tener un pedacito de intimidad propia. Un espacio para uno mismo. Más allá de todo esto, la verdad es la luz que hace crecer el amor y alimentar los sentimientos de correspondencia mutua.
Si quieres que tu relación vaya por buen camino debes esforzarte por que la comunicación fluya de forma asertiva. Es decir, poner en práctica la empatía mutua. Además, no hay nada de malo que realices planes con tus amigos. Es mejor decirle lo que vas a hacer, porque puede ser que sientan que no son parte de tu espacio, ocasionando un disgusto. Debemos compartir con ambos, con nuestros y nuestras parejas. De lo contrario, aquellas parejas que no comparten nada de tiempo se convierten en desconocidos. Ocasionando una relación desvinculada y algo irritante que puede llevarlos a la separación.
Si mientes a tu pareja por sólo no querer estar con él/ella. Es preferible hablarlo y expresar lo que realmente sientes. La verdad es tan importante que a veces, conocer una certeza nos puede doler. Pero afrontarlo es mucho mejor que vivir de forma consciente en la ceguera o en la oscuridad de una mentira.