Mario David es un pequeño de 12 años, nacido en Honduras el cual tomo la decisión de unirse a la caravana de migrantes centroamericanos para escapar de su país que está en la pobreza y hay mucha violencia, con la esperanza de llegar a Estados Unidos y buscar la oportunidad para obtener una mejor calidad de vida.
Sin embargo, para lograr ese sueño, tiene que primero atravesar el territorio mexicano.
“Quiero estudiar y trabajar. Yo estudiaría de lo que sea con tal de ganar pisto (dinero)”, mencionó Mario.
Su historia conmovió a muchas personas en las redes sociales gracias a una foto en la que se le ve llorando mientras es atrapado por la policía.
Mario y el grupo de emigrantes fueron rociados con gas lacrimógeno justo cuando rompieron la valla que señalaba la frontera entre México y Guatemala. En cuanto Mario pisó el suelo mexicano, es agarrado por una mujer policía quien le gritaba «¡vete, vete!» Por fortuna los paramédicos asistieron al sitio para asistir al pequeño y a la caravana.
En el video siguiente publicado en Twitter, el pequeño argumento que luego del atentado, llevaba tiempo detenido en la estación de policías con la promesa de ser trasladado a un albergue. Sea cual sea su destino, Mario les dije a los medios que está determinado en continuar su camino.
La historia de este niño de 12 años nos pone a reflexionar; si le exigimos al presidente de los Estados Unidos, que trate bien a los emigrantes mexicanos y nos molestamos con sus fuertes argumentaciones hacia nuestros paisanos, entonces México debería realizar el ejemplo y no cerrarles las fronteras a nuestros hermanos centroamericanos ¿por qué? Sencillamente porque es cuestión de derechos humanos y de fácil acto de generosidad.