Cuando uno conoce a alguien, siempre conoce la mejor versión de la persona. Sin tomar en cuenta sus manías o los defectos que tiene. Luego cuando quieres pasar a una segunda etapa, a ser más que amigos, vas conociéndolo un poco más. Porque ya comienza a enamorar sus virtudes y sus costumbres.
Al tener tiempo con esa persona ya todo no es tan color de rosa, porque te vas dando cuenta que esa persona tiene defectos y manías. Puede ser que al inicio resulte un poco incómodo pero soportable, pero mientras vas pasando más tiempo sientes que no lo aguantas, que estás harta de sus costumbres. Lo interesante se pone cuando a pesar de esos defectos, aún te sigue gustando como la primera vez. Es cuando te das cuenta que te encuentras enamorado de verdad.
Cuando uno acepta a la persona tal y como es, es cuando ya no hay ninguna limitación en su historia de amor. Poder conocer a esa persona completamente y estar aún enamorado es maravilloso, porque es ahí donde has encontrado a tu alma gemela. La persona que siempre te va a comprender y que siempre comprenderás. Pudiendo superar cualquier dificultad que tengan.
La vida es mucho mejor cuando encontramos a alguien que pueda ser nuestro complemento. Que nos quiera por lo que somos y no por fingirlo. Se siente uno especial, queriendo siempre mejorar por esa persona. Demostrarle que esos defectos se pueden mejorar y esas manías se pueden limitar. Esto es lo bueno de aceptar a una persona, ya que esa persona sin que le pidas siempre querrá mejorar ante ti. Demostrarte que vale la pena estar con esa persona. Porque de eso consiste una relación de que ambos quieran mejorar, no cambiar, sino mejorar sus actitudes para poder tener una relación saludable, lleno de amor y alegrías.