Me encanta la manera en que te ves al despertar.
Me encanta, porque te ves en tu estado natural más puro, arrebatada de los artificios, de las preocupaciones y el cansancio.
Me encanta verte con estos ojos, porque solo yo sé lo atractiva que puedes resultar para mi corazón.
Me encanta mucho el hecho de que me encantes, porque sé, gracias a ti, que mis gustos son los más finos y elevados.
Me encantas porque me haces querer ser la mejor versión de mí.
Me encantas porque de todas las maneras de enamorarse que existen, escogí la más placentera al enamorarme de ti.
Me encantas porque me correspondes al sentimiento.
Me encantas por la manera en que, muy despacio, colocas las manos en mi espalda y echas mi cabeza hacia atrás para solicitarme un beso con la mirada.
Me encantas, porque puedo hacerte el amor y no simplemente llevarte a la cama.
Me encantas por esa magia que te hace única, perfecta entre tus defectos y deseosa de mis labios en tu piel.
Me encanta descubrir cada lunar de tu cuerpo con la yema de mis dedos, me encanta dejar mis huellas en ellos.
Me encantas por lo que eres, por tu “no sé qué”, porque siento que te amo y me encanta, que puedas encantarme de una y mil maneras.