Se dice, que a veces es necesario decir una que otra mentira, con la finalidad de evitar problemas, pero es importante discernir además de la frecuencia, si las mentiras que se dicen comprometen la relación y lastiman al otro.
Cada caso es muy diferente y se necesita de un largo análisis de las condiciones para justificar si una mentira fue necesaria o si no fue razonable. Por supuesto que la deshonestidad siempre será calificada como un defecto y un gran tope en una relación que no tendría por qué fungir como ventaja.
De acuerdo con el biólogo Robert Trivers, uno de los científicos que más ha estudiado los fundamentos antropológicos del engaño, «el ser humano miente por muchas razones, ya que le reporta múltiples beneficios».
Y, además, lo hace muy a menudo. «Lo importante no es que tratemos de ser siempre honestos, algo que es prácticamente imposible, sino que lo seamos en lo que realmente importa».
Las personas quizá mienten por falta de confianza no sólo en el otro, sino en sí mismo, porque sus actos no los enorgullecen del todo. Las mentiras en la pareja tienen diferentes niveles, las blancas tienen la finalidad de evitar un problema y que en esencia no afectarán la relación, a diferencia de las que comprometen en definitiva la confianza y la fidelidad.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que todas las mentiras caen por su propio peso y siempre se descubre la realidad. Por eso sería mejor evitar las mentiras, incluso las ‘blancas’ o inocentes, pues cuando se descubra la verdad el enojo puede ser mayor de lo que se ocultó y eso hace desconfiar aún más.
Una pareja madura debería entender el motor de acción del otro y conocerlo en sus aspectos más importantes; y una persona segura no tendría por qué ocultar algo de lo que no teme.
No es válido mentirle a la pareja justificando el miedo a su reacción. Esta posición es más bien cómoda, pues si una persona pone como pretexto que su pareja no comprenderá el motivo que tuvo para realizar un acto y prefiere ocultarlo e incluso, mentir, es depositar la responsabilidad en el otro y justificar que es correcto mentir.
De acuerdo con la psicóloga Georgina Reyes, las mentiras dependerán mucho del grado de madurez en el que se encuentra la pareja. Puede ser que, en el principio de una relación, al no conocerse al 100% una persona opte por mentir u ocultar, pero cuando la pareja ya tiene una trayectoria importante, no hay lugar para las mentiras.