Hay un momento en la vida que uno no debe preocuparse por lo que los demás digan de ti. Porque comienzas a darte cuenta que te afecta más de la cuenta y eso no es nada favorable para poder tener una buena vida. Al contrario sientes como un sabotaje que arruina completamente tu forma de vivir. Y uno debe sentirse bien con sólo vivir a su manera, mientras no hagas daño a nadie uno puede vivir como quiere, sin restricciones de extraños.
No nos corresponde vivir los pensamientos de los demás, es ilógico querer vivir una vida que los demás tienen. Sólo porque a ellos les funcionan no quiere decir que uno también le funcione. Deben tener en mente que todos tenemos diferentes objetivos y dependiendo de lo que queremos direccionamos nuestra vida.
Lo que una persona piense de ti, no debe de importante, no puedes vivir ocupado de ellos, cambiando tu manera de pensar por esas persona, de perder tu esencia porque los demás te dicen que no estás haciendo bien las cosas. Deja de complacer a los demás, esta es tu vida y debes disfrutarla al máximo. Al fin, al cabo si te equivocas quien sufrirá las consecuencias serás tú, así que deja de rendirles cuenta a los demás.
Te toca ocuparte de satisfacerte, de aprender a educar tu pensamiento, a ahorrar tus pensamientos destructivos, negativos, malos consejos, concéntrate en tu serenidad, la calma y la quietud. No es tu asunto pensar por los demás, sino vivir tu vida como tú quieres.
Cuando comprendamos todo ello, cuando nos demos cuenta que sólo importa que cada uno viva su vida, dejaremos de juzgar a los demás, para ocuparnos de nosotros mismos, ya que te has dado cuenta que no vale la pena gastar energía en saber o conocer los pensamientos de terceros, hay que disfrutar la vida con nuestros propios pensamientos.
Cuenta cada segundo de la vida, el presente, el ahora, invertir en avanzar, en luchar en el interior, en ser realmente mejor conectándote con tu verdadero ser, con esa luz interior que te ayuda a encontrar el mejor camino. Deja los conflictos con los demás y piensa en acercarte más a ti, date la fuerza de seguir adelante y buscar esa felicidad. La vida es una y siempre hay que aprender aprovechar al máximo, el regalo que se nos ha dado.