El arte de la sabiduría consiste en saber cómo usar tus conocimientos de manera efectiva e inteligente.
Es decir, indiferentemente de lo que sepas o ignores, eres sabio cuando tomas decisiones acertadas en pro de tu propio crecimiento sin afectar el de las personas que te rodean.
Eres sabio cuando decides cuándo mantener cerca a ciertas personas, prestar atención a sus consejos y seguirlos. Pero, también eres sabio cuando, de manera asertiva, sabes cuándo alejarte de alguien, ignorar sus palabras y deshacerte de aquellos que no aportan nada, absolutamente nada útil a tu vida.
Elige con determinación. Piensa cómo cada pequeña o gran elección puede afectar a tu vida a corto, mediano o largo plazo y sigue adelante.
No te detengas por las críticas y acepta los buenos consejos.
Usa las ofensas como rocas con las cuales construir un castillo en el cual poder refugiarte. Rodéate solo de cosas buenas y se sabio en cuanto a la manera en que te entregas a los demás.
La sabiduría no se mide por la cantidad de cosas que sabes, sino por la habilidad en que usas todo lo que sabes, para crecer como persona y mejorar tu vida y la de aquellos que desees ayudar.
El mundo tiene mucha gente ignorante que no sabe aún cómo ignorar las cosas malas.