Muchos ya han catalogado al amor como una enfermedad debido a que sus manifestaciones son comparables con los síntomas de una enfermedad.
Si alguna vez te han dicho que tienes algo llamado “mal de amor”, no lo subestimes: es una enfermedad real y se llama limerencia, y se caracteriza por la intensidad de la admiración a la persona amada y del interés por ser correspondido.
Surge tan rápido como desaparece, comprende ideas obsesivas y comportamientos compulsivos, y nadie está exento de padecerla. Si quieres saber si estás pasando por esto o no, te recomiendo eches un vistazo a los síntomas que te dejaré a continuación:
– Timidez intensa, que incluye tartamudeo y confusiones
– Presencia de pensamientos incontrolables sobre el objeto de amor
– Recuerdos continuos y casi ininterrumpidos de momentos vividos con esa persona
– Vivencia de efectos físicos tales como temblor, debilidad, sudoración y palpitaciones cuando se acerca la persona amada
– Planificación de actividades orientadas a estar más tiempo con esa persona
– Conexión de cualquier hecho cotidiano con el recuerdo de la persona
– Sensación de alegría extrema cuando se es correspondido
– Ideas de suicidio ante la posibilidad de ser rechazado o apartado
– Idealización de la otra persona, lo cual pone en riesgo de devaluarla cuando no nos da lo que esperamos
Por lo que has visto, no es algo tan diferente a lo que se experimenta en la etapa de enamoramiento. Sin embargo, la limerencia implica un riesgo que se va develando con el pasar del tiempo: puede derivar en obsesión, y por lo tanto daña a ambos miembros de la pareja.
Si es tu caso, lo mejor que puedes hacer es verte con un especialista de la salud mental para que te ayude a identificar si lo que sientes te está haciendo daño y también la otra persona, y así poder tomar las mejores decisiones en pro de la salud.