Mimar demasiado a los hijos, ya sean con cosas pequeñas e insignificantes, influye de forma negativa en su progreso, según psicólogos, pues con tal de eludir que se frustren los padres los maleducan dándoles todo lo que deseen.
Consecuencias de mimar mucho a tus hijos
Una publicación en el sitio web ABC, María Jesús Álava Reyes menciona que aún no entiende cómo en la actualidad hay pediatras que sugieren a los padres que den de comer y dejen dormir a sus hijos cuando ellos lo deseen.
María Álava afirma que los padres que acostumbran a satisfacer de manera inmediato los deseos de sus niños, poco a poco serán dos personas que se transformara en sirvientes de sus hijos.
Menciona que esta manera de pensar conlleva a maleducar a los hijos haciéndolos sujetos incapaces de experimentar satisfacción o gratitud, pero haciéndolos profesionales de generar exigencias inmediata y una búsqueda severa de goce.
En el artículo de ABC argumenta que ambos padres deben tomar en cuenta que si siempre hacen lo que sus hijos les piden están provocando a que en el futuro sean individuos intolerantes, extremadamente agresivos y no conocerán lo que es esforzarse para alcázar las cosas.
“Por ello, estamos contribuyendo a que nuestros hijos sean adolescentes deprimidos”, comenta a ABC, Sergi Banús, psicólogo clínico infantil y director de psicodiagnósis.es.
“Cada vez que un niño es mimado para evitarle que sufra, se le está condenando”, afirma Cristina García, terapeuta infantil y fundadora de Edúkame.
“En vez de usar su potencialidad para crecer, la usa para controlar a los adultos. Hemos de ser conscientes de que al consentir no les estamos ayudando a crecer, simplemente les damos demasiadas cosas. Lo bueno para su desarrollo es que encuentren sus propios recursos, se esfuercen en buscar alternativas, conozcan mejor sus fuerzas, miren hacia dentro de sí mismos y sepan qué pueden hacer”, añade Cristina García.
“Cosas que debemos realizar para no maleducar a los hijos”
Cuando algunos de tus hijos empezar a hacer una rabieta porque no consiguió lo que quería, lo primordial que debes realizar es mantener tranquilidad, luego “hay que estar serenos y aguantar su berrinche y nunca intentar razonar con ellos. Si, por el contrario, nos ponemos nerviosos y le gritamos nos pondremos a su altura y tendrá la percepción de que es capaz de manipular a sus padres a su antojo”, comenta Sergi Banús.
“Que los niños aprenden de lo que ven hacer a sus padres, por eso, también es positivo que nos vean tolerantes ante nuestras propias frustraciones”. Agrega Sergi Banús.
En otras palabras, si no has tenido un buen día en el trabajo, no es bueno que te llegues a tu hogar enfada o gritando cuando quieres que ellos hagan sus quehaceres o sus tareas. El psicólogo menciona que los padres sean coherentes con lo que quieren sus hijos.
“Si el niño ve que sus padres se alteran entrará también en esa dinámica de no aceptar cualquier contratiempo, o hacerlo de forma rabiosa”, comentan.
Cuando no acepten un “no” como respuesta hará cualquier tipo cosa con tal de conseguir lo que quiere, pero si siente que no lo consigue, dejará de actuar de esa manera. “Pero si al final se sale con la suya, la próxima vez que quiera algo actuará de la misma manera o con un berrinche mayor”, dice Banús a ABC.