Cuando una persona está realmente enamorada, ve todo el mundo color de rosas. Para ellos, todo lo que hace su pareja está bien. Así sea motivo de discusión esto que estén realizando, ellos no creen que sea malo.
Se dice que cuando un individuo se encuentra perdidamente enamorado, este se ciega ante distintas circunstancias. Si bien algunas pueden ser muy buenas para él, otras, pueden llegar a perjudicarlo, pero sin que la persona se dé cuenta.
El amor es algo que todos queremos vivir, ya que es una de las cosas más hermosas en el mundo. Tener una persona a nuestro lado cuando más necesitamos apoyo y consuelo, pero también tener compañía en los mejores momentos.
Pero hay personas que no miden este sentimiento y pueden llegar hasta el punto donde el enamoramiento se apodera de ellos por completo, haciendo que no piensen las cosas con claridad y tomen decisiones que no son beneficiosas.
¿De qué tipo de elecciones se está hablando? De esa que tanto se pueden arrepentir esas personas que estaban perdidamente enamoradas, pero ya no lo están. Sí, esta decisión es perdonar cualquier cosa que haga la otra persona.
En las relaciones amorosas es muy común perdonar uno que otro error que cometa la persona, los seres humanos se equivocan de vez en cuando. Pero cuando este error es la infidelidad, la cosa puede cambiar mucho.
Hay equivocaciones que pueden ser leves, como olvidar una fecha, decirle una mentira a tu pareja, discutirle por cosas que no tienen mucha relevancia. Todos estos son errores que pueden ser considerados como perdonables.
Sin embargo, a ninguna persona le gusta ser engañada, pues esto es una clara señal de que ese lazo de fidelidad y el amor que existía con su pareja, ya caducó. Lo que indica que es hora de ponerle fin a la relación.
Las personas que están perdidamente enamoradas no lo ven de esta manera, o al menos su “ceguera de amor” no los deja asimilar de manera óptima la situación por la que están pasando y simplemente perdonan esa falta de fidelidad.
No se puede decir a ciencia cierta cuantas veces es capaz, un individuo enamorado, de perdonar a su pareja, cuando este le ha sido infiel o ha faltado a su relación de una manera muy grave e irreparable.
Esto puede deberse a muchos factores, algunos como el nivel de enamoramiento que esté viviendo la persona perjudicada o también, la inseguridad que pueda poseer este individuo de no saber cómo será su vida si esa persona a su lado.
En muchas ocasiones, es necesaria la intervención de amigos, familiares o allegados a la pareja, para que estos puedan hacer entran en razón a esta persona que no se está dando cuenta que no vale la pena seguir perdonando.
En otras oportunidades, esta persona busca ayuda por sus propios medios, yendo por voluntad propia a terapias o consultas con especialistas en la materia, para que sean ellos quienes les aseguren si lo que hacen está bien o no.