Siempre se repite la historia de nunca acabar: te enamoras de un chico. Todo es un cuento de hadas en el que eres una princesa rescatada y él es tu príncipe azul, hasta que deviene el primer desacuerdo. Tras la primera incongruencia, te sientes terriblemente mal y procuras no hacerlo disgustar bajo ningún concepto para evitar sus irrupciones violentas. Tristemente, tu relación soñada se convierte en una unión consolidada por el miedo y la desconfianza. El dolor parece ser la única salida y piensas “¿Hasta cuándo todo seguirá así?”
Si te has encontrado en el mismo lugar, es probable que te encuentres en una relación abusiva. Según expertos, un altísimo porcentaje de las mujeres en Latinoamérica son víctimas de violencia doméstica en todas sus formas, siendo más vulnerables las pertenecientes a sectores de bajos recursos económicos. A continuación, te presentamos algunas líneas para saber si te encuentras en ese tipo de relación.
-Revisa obsesivamente tu celular y tus redes sociales.
Está al pendiente de quién te llama y quién te escribe en todo momento. No discrimina entre tus amigos varones y te cela de todos. Te fustiga si subes fotos en las que luces guapa y no deja de comentar cualquier positivo que algún chico ajeno te haga. Si tu chico hace esto, no respeta tu privacidad, lo que representa un tipo de maltrato.
–Hace comentarios negativos de ti en todo instante.
Si critica tu aspecto sin cesar, pese a que hagas tu mejor esfuerzo por agradarlo y te compara con otras chicas, sin duda que tu novio es abusivo. Se supone que nuestra pareja existe para aceptarnos por lo que somos y no para hacernos sentir como feas e inútiles. Pon mucho cuidado a este indicador.
–Toda la relación gira en torno a él.
Las relaciones amorosas saludables se caracterizan por tener un balance adecuado en todos los aspectos de las mismas sin sobrepasar el límite. Cuando una de las partes pretende ser el centro de atención en detrimento de la otra, nos encontramos en la presencia de una relación abusiva.
Afortunadamente, existen diversas instituciones privadas y del Estado encargadas de prestar apoyo psicológico y asesoría legal a mujeres sujetas a relaciones violentas. No olvides que, antes de amar al otro, no hay nada más importante que el amor propio, por lo que es necesario cultivarlo y concentrarse en la conexión con uno mismo.