Uno de los remedios más naturales que podemos tener con nuestro ser amado son los besos, ya que son placenteros y porque es muestra de amor es terapéutico.
Los besos nos ayudan a poder curar los estados depresivos, estimulando la liberación de las hormonas del bienestar, y benefician la salud psicológica y física.
Son tan beneficiosas en el terreno de las parejas y suponen un contacto tan importante, que puede decidir el futuro de un acto amoroso.
Podemos decir también que esto hace que sean buenas las relaciones íntimas, pero desgraciadamente muchas personas se olvidan de que un simple beso es una manera fácil de mantener ese lazo de pasión entre ellos.
Además fortalece los músculos faciales ya que se utilizan mucho. Besarse activa la circulación sanguínea y algunos estudios nos dicen que ayudan a las personas a vivir más años y enfermarse menos.
Uno de sus efectos del beso es estimular la secreción de distintos compuestos hormonales que produce nuestro organismo y que hace que funcione como analgésicos y fortalezca las defensas inmunológicas.
Crean una sensación de bienestar liberando el torrente sanguíneo que viene a ser la oxitocina, una hormona que influye en funciones básicas como el enamoramiento, el parto y el amamantamiento. Y está relacionada con la ternura, el contacto físico y la afectividad hacia los demás.
Y si son besos apasionados, estimulan la liberación de la adrenalina en la sangre, contribuyendo una alerta para despertar y gran energía física y mental. Aumentando el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre.
También libera endorfinas, que provocan una sensación placentera, actuando como antídoto para la consternación y la depresión.