Así sufre tu cuerpo cuando no lloras cuando lo necesitas.

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A medida que pasa el tiempo, y nos vamos haciendo adultos, se va fortaleciendo esa falsa creencia que, porque somos adultos y tenemos cierta edad, debemos parecer fuerte ante el mundo, aparentar una dureza en sentimientos, y oprimirlos lo mejor posible, aunque por dentro nos estemos muriendo.

Sin embargo, la realidad es totalmente diferente, hay que valorar esos sentimientos, y expresar todas esas emociones que nos invaden, esas que expresan nuestro pesar, nuestras angustias, temores, y todos los estados de ánimos que nos caracterizan como persona, como ser humano.

Dejar relucir los sentimientos, así sea de tristeza no es sinónimo de debilidad, es todo lo contrario, significa que somos lo suficientemente fuertes para mostrarnos al mundo tal cual somos, sin caretas ni falsas apariencias, afrontando todo lo que se nos venga encima, sin importar las opiniones ajenas.

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Solamente quien es honesto con sus sentimientos es capaz de mostrar a los demás la verdad de su ser; de lo contrario se vivirá infeliz, reprimido, y tarde o temprano ese malestar emocional se manifestará en la salud física.

No hay que tener temor en mostrar la verdadera identidad. No importa lo que se haga, siempre existirán personas que halaran. Pero si somos honesto con nosotros mismos y expresamos nuestro sentir, sabremos que quienes se quedan a nuestro lado en los momentos difíciles son los que valen la pena.

  • Reprimir emociones creará conflictos con el pasado: Acumular experiencias negativas es un mal hábito muy común en la actualidad. Cuando no dejamos ir esos pensamientos negativos, se quedan en la mente y envenenan el alma, amargándonos la vida poco a poco.
  • El malestar emocional se traduce en dolencias físicas: Lo mejor siempre es expresar el sentir. Si no lo hacemos, nuestro cuerpo nos hará ver que es necesario sacar los sentimientos negativos de alguna manera, y lo hará a través de enfermedades y dolor físico.
  • Para estar bien, se debe dejar ir lo que no sirve: Tenemos que dejar los apegos negativos; es importante hacer a un lado todo aquello que nos debilita. Es cierto que para crecer debemos tomar en cuenta nuestras experiencias dolorosas, pero quedarnos solamente con el aprendizaje, no con el dolor.
  • El cuerpo avisa cuando algo no está bien: Aprender a escuchar al cuerpo, pues este mandará señales cuando la situación sea complicada. Para evitar malestares, enfermedades y dolores físicos de este tipo, debemos sanar nuestra mente; no hay que olvidar que todo en nuestro organismo está conectado y aquello que nos daña por dentro se manifestará por fuera, si no aprendemos a lidiar con ello.