Se considera relativamente normal que un perro ladre, que no lo haga es algo absurdo, pues forma parte de su naturaleza canina. Sin embargo, a veces ladran excesivamente, y creemos que sus ladridos no tienen ninguna razón aparente.
Pero, una vez descubras las razones de porque actúan de esta manera, puedes trabajar en la solución.
- Aburrimiento: Como los humanos, los perros también son animales sociales y prefieren estar en una manada. Entonces, cuando están solos todo el día, tienden a aburrirse. Son animales sociales y sin contacto ni comunicación se sienten aburridos y comienzan a ladrar. Este tipo de ladridos son monótonos y continuos. No podrás notar la diferencia en ellos, pero el perro se detendrá cuando está en presencia de alguien.
- Exigencias: Solo tienes que darles lo que quieren, puede ser cualquier cosa, desde un paseo, un juguete o algo de comer. Pero no siempre va a funcionar y te darás cuenta a medida que pasa el tiempo de cómo los perros pueden ser bastante exigentes. Entonces, algunas veces es mejor dejarlos desatendidos y, finalmente, se detendrán.
- Frustración: Los perros también tienen problemas de ansiedad y frustración cuando se les deja solos o cuando hacen algo de forma repetitiva y no pueden entender un cierto ruido o acción. Pueden exhibir los síntomas de estar deprimidos con eliminación y destrucción inadecuadas. Pueden hacer cosas repetitivas y moverse en círculos mientras hacen aullidos graves o ladridos.
- Alarmas o alertas: Son realmente útiles en situaciones como incendios, sonidos de alarma, reacción a extraños, etc. En tales casos, ellos ladran sin parar mientras saltan. Para evitar este tipo de situaciones, tendrás que exponer a tu perro a dichas situaciones y simulaciones, además de entrenarlo para ladrar en situaciones específicas.
- Estrés o miedo: Este tipo de ladrido puede ser histérico y algunas veces puede incluir aullidos. A veces son irritantes, pero recuerda que los perros no son tan buenos como los humanos cuando se trata de expresar su angustia.
- Diversión: Esto no es nada nuevo de entender porque, si eres el dueño de un perro y juegas con él, probablemente sepas que son juguetones y les gusta ladrar por diversión durante su tiempo de juego o cuando están entusiasmados. Ladrarán de vez en cuando, te lamerán o incluso te morderán los talones mientras menean la cola. Actuarán impulsivamente cuando vean algo que les gusta.
- Saludos: Son una forma cariñosa de saludo o de darte la bienvenida. Este tipo de ladridos son de tono bajo, corta duración y continuos, seguidos de un meneo de cola y saltos del animal.
- Reclamo territorial: Todos hemos visto perros ladrando a extraños, incluso con su correa, mirando la calle por la ventana o por la puerta principal. Durante años, esta ha sido la marca de un perro para reclamar su territorio. Esta es una de esas situaciones irremediables: lo único que puedes hacer es mantenerlos dentro de la casa y no dejar que vean a muchos extraños.
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