A pesar de pertenecer a la misma raza humana, hombres y mujeres son muy distintos en cuanto a organismos, emociones, memoria y comportamiento. Las mujeres, tienen más desarrollada la capacidad de expresar emociones y sentimientos, es por ello que están más propensas a sufrir depresiones, las cuales pueden surgir a través de cambios hormonales o variar en su origen.
Explicaciones científicas, aseguran que los hombres utilizan el lado derecho del cerebro, mientras que las mujeres utilizan ambos. El resultado es que los hombres resultan ser más prácticos para encontrar la solución a un problema. Mientras que las mujeres buscan la forma más creativa de resolverlo, sin dejar de lado los sentimientos y la responsabilidad.
Los hombres y las mujeres tienen, en algunos aspectos, mundos emocionales distintos, han revelado diversos estudios realizados en los últimos años. Se ha demostrado que las mujeres son mejores que los hombres distinguiendo emociones, especialmente el miedo y el disgusto; así como en la interpretación de expresiones faciales o estímulos multi-sensoriales relacionados con las emociones.
En conclusión, si existe una lógica razonable que explique detalladamente por que las mujeres lloran fácilmente, esta no se ha encontrado aún. Sin embargo, se dice, que cuando Dios creo a las mujeres, lo hizo de manera especial, con las siguientes cualidades y características:
- Sus hombros son lo suficientemente fuertes, como para cargar el peso del mundo entero, pero; a la vez lo suficientemente suaves como para confortarlo.
- Tienen una inmensa fuerza interior, para soportar el dar a luz y también hasta el rechazo, que muchas veces proviene de sus propios hijos.
- Sensibilidad para amar a sus hijos, bajo cualquier circunstancia, aun cuando la hallan lastimado mucho. Esa misma sensibilidad, que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor de los hijos desaparezca y que le hace compartir las ansiedades, dudas y miedos de la adolescencia.
- Fortaleza que le permite seguir adelante, cuidando de su familia, sin quejarse, a pesar de las enfermedades y la fatiga, aun cuando otros se rindan.
- Fuerza suficiente para perdonar a su esposo de sus faltas, siendo moldeada de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón.
- Sabiduría para saber que un buen esposo nunca la lastimaría, pero a veces atraviesa pruebas para medir su fuerza y determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo.
- Y para soportarlo todo, las lágrimas son de ella exclusivamente para usarlas cuando las necesite, al derramarlas vierte un poquito de amor en cada una, que se desvanece en el aire y salva a la humanidad. Es su única debilidad, es una lágrima por la humanidad.