Gran parte de las mujeres han pasado por sentimientos de desagrado al enamorarse de esos amores imposibles. Y si bien es cierto que las probabilidades están atadas a la forma en que manejamos la situación, hay quien suele dejarse llevar por los amores imposible y entregan su corazón a una causa perdida. Esto parece deberse a nuestro carácter y personalidad, el cual va condicionado al día de nuestro nacimiento, por ello, a través de los signos, puedes deducir si eres o no una de las personas que tenderá a enamorarse de estos amores imposibles.
- Piscis
Quienes se resguardan bajo el manto de piscis, suelen ser personas muy sensibles que creen demasiado en las conexiones emocionales, al punto de preocuparse por encontrar a la persona ideal para ellas. Es justamente eso lo que hace que se enamoren de amores imposible.
La idealización es dañina, pues nos hace pintar santos donde no los hay. Su carácter un tanto dependiente, que detesta la soledad y necesita de la compañía de los seres querido, le hace un ser muy sensible y propenso a aferrarse a amores imposibles.
- Tauro
Aunque Tauro se destaque por mantener un carácter fuerte, muy dentro de sus corazones son personas realmente sensibles. Hay algo que le atrae a relaciones que ya están formadas y se obstruyen automáticamente la posibilidad de ser amadas. Pero, como toda una taurina, suelen luchar sin dejarse vencer tan fácilmente.
- Aries
Aries es quizá uno de los signos más independiente, pero eso no le salva de ser enamoradizo. El tema con Aries es que se enamoran de personas muy complejas. Esto es una bomba, porque es esa misma complejidad lo que hace de los amores de Aries, algo imposible.
- Sagitario
Soñadora, no en el mal sentido, pero es el signo más apasionado por sus metas y tristemente, esto quizá le juegue en su contra. Pasa la mayoría del tiempo buscando esos amores de novela de los cuales se enamoró y que ahora quiere hacer realidad, pero son solo eso, amores de novelas, irreales y, por lo tanto, imposibles.
- Escorpio.
Finalmente, este es el signo más afectado por el rechazo, eso es debido a su propia desconfianza hacia las demás personas. Es un signo receloso de su propia felicidad que intenta mantenerse a salvo de quienes quieran pisarle. Por ello, es propensa a enamorarse de personas que siempre intenten hacerle daño y que, por su carácter natural, evitará a toda costa.