Vivir con tu pareja es un suceso que determina un antes y después en toda relación. Sin embargo, esto de la convivencia está rodeado de mitos y tabúes que debemos conocer y comprender que no son más que eso, “MITOS” y leyendas que se riegan, sobre todo, en bocas de aquellos que aún no han convivido con su pareja o que solo lo hicieron unas cuantas veces, pero fracasaron.
Antes de que te vengan con cuentos chinos, déjame explicarte estos 7 mitos que debes dejar de lado para vivir en plenitud con tu pareja.
- La convivencia determina qué tan bien irá su matrimonio.
No. Se han visto cientos de casos en los que las personas cambian luego de contraer matrimonio, incluso después de haber convivido tanto tiempo juntos. Un matrimonio tiene aspectos como el “compartir gastos” y el involucrar a la familia que muchas veces son omitidos en la convivencia del noviazgo.
- Las relaciones íntimas terminan volviéndose una monotonía.
Esto dependerá del entusiasmo por la pareja por descubrir cosas nuevas en la cama. Usted puede estar casado, tener 20 años de matrimonio, 2 hijos y aún así, mantener la llama de romance bajo las sábanas vivo, siempre y cuando usted y su pareja, así lo quieran.
- No tendrás más tiempo para tus amigos y familiares.
Al igual que el entusiasmo por las relaciones íntimas, esto dependerá exclusivamente de la libertad que se tenga dentro de la relación. Vivir en pareja no es un motivo para apresarse y amarrarse a otro, sino para conocer a fondo los defectos y virtudes que suponen compartir la vida con alguien sin perder nuestro sentido de libertad.
- Si viven juntos, será más fácil que se casen.
Esto es como suponer que por convivir con alguien te asegurarás de que no cambie luego de que se casen. No, la convivencia no promueve el matrimonio, de hecho, lo atrasa. Estadísticamente se ha comprobado que las parejas al convivir juntas y percatarse de los defectos de su compañero, se toman con mayor cautela el tema del matrimonio, haciendo que lo mediten una, dos y hasta un centenar de veces, antes de proceder.
- Si viven juntos se cansarán el uno del otro.
Esto solo pasa cuando la relación se sostiene por el temor a estar solos. Cuando hay amor de verdad, no hay motivo por el cual se deban cansar.