Está sobreentendido que el cuerpo no es el lugar donde reside el amor. El cuerpo es solo un elemento físico que transporta aquello que decidimos amar. Sin embargo, a través de él, podemos hacer palpable dicho cariño y anhelo que tenemos por las demás personas, porque a veces, son tan grandes las ganas de amar, que no nos basta con decir un “te amo”. Por ello, a través del cuerpo, hay 5 lugares que podemos tocar para enamorar a esa persona especial.
MANOS
Las manos son uno de los lugares más significativos. Podemos descifrar qué tanto nos ama esa persona, dependiendo de qué tanto se aferre a nosotros en un apretón de manos. Las caricias en ellas, representan un llamado a la seguridad que se le brinda a la otra persona. Es como una forma de decir “Confía en mí, estoy acá para ti”.
MEJILLAS
Antes, durante y después de un beso, un toque en la mejilla, un rose una caricia, es una de las sensaciones más satisfactorias. No solo por lo que se siente en la piel, sino por la calma que brinda sentir las manos de esa persona especial, sobre aquello que te identifica, tu rostro.
CABELLO
Cafuné, es un término brasilero que se utiliza para hablar sobre las caricias del cabello. Es algo mágico para las mujeres, y si quieres enamorarla, entonces permite que se recueste en tu pecho, te escuche el corazón, y acaricia su pelo hasta que se duerma.
VIENTRE
Un vientre es uno de los lugares más atractivos para el hombre. No atractivo como los senos o los glúteos, sino atractivo de manera inconsciente. Recuerda que los seres humanos no estamos desligados del todo de los animales, y algunas cosas nunca cambian. El vientre representa el lugar más fértil de la feminidad, y tocarlo es señal de un enorme deseo, no solo carnal, sino también familiar. Cuando un hombre toca mucho el vientre de una mujer, hay un instinto que actúa, y es el de querer ser padre.
ALMA
Si bien el alma no está en la piel, si está dentro de ella. Acariciar el alma es una de las cosas más difíciles, y se hace por medio de palabras y acciones que logran penetrar la carne y los huesos. Una palabra, puede introducirse hasta el fondo del corazón y dar vida a los más profundos sentimientos, pero también, puede acabar con ellos de manera súbita.