Muchas mujeres han pasado en algún momento por enfrentarse a un despecho, pero no todas reaccionan de la misma manera. Lo cierto es que una mujer dolida es capaz de cualquier cosa.
Otras, fingen no estar dolidas cuando en realidad por dentro son un volcán en erupción. Esta conducta va a depender del grado de dolor que contengan y como manejan la situación.
Algunas de las cosas más comunes que una mujer despechada hace, te las mostraremos a continuación.
Descubre las 5 cosas que una mujer despechada podrá hacer.
1. Devolver la misma moneda.
Una de las maneras más comunes, que busca una mujer despechada de vengarse es pagar con la misma moneda.
Esto lo hace con la finalidad de recuperar su dignidad, su orgullo y demostrar que ella también puede. Aunque a la larga, esta no es la mejor manera de enfrentar una infidelidad o desengaño.
2. Demostrar indiferencia.
Suele pasar que la mujer despechada actúa como si nada pasara demostrando frialdad e indiferencia. Es un sistema de defensa que busca no demostrar su dolor ni darle el gusto a la otra persona de verla derrotada.
3. Se torna agresiva.
Uno de los casos más bochornoso a los que puede llegar una mujer despechada es la agresión.
Se ha dado el caso que buscan de agredir a la persona en público sin importar lo que esto acarree. Es una manera de drenar el dolor, pero ningún caso de agresión puede ser justificado. Una dama nunca deja de serlo sin excepción alguna.
4. Agredir a terceros.
La agresión a terceros sucede cuando cegada por el dolor o rabia, busca encauzar esa ira con personas a su alrededor sin darse cuenta, que es la peor manera de enfrentar tal situación y conlleva a quedarse sola, sin personas que la quieran apoyar.
5. No perdonar.
Esta es una de las maneras más comunes de reaccionar y quizá sea la más peligrosa. El no perdonar una traición o un desengaño, lejos de ayudar, empeora la situación.
Cargar un peso tan grande como el rencor, es un arma de doble filo. Es un sentimiento negativo que nada aportara a tu vida y que sin lugar a dudas, formará parte de una carga tan pesada que no te dejar crecer, ni avanzar.
Lo mejor es trabajar en nuestro dolor, afrontarlo, vivirlo y una vez que hemos drenado dejarlo ir.