Las rupturas amorosas dejan en el ánimo de la persona un deseo de reflexión en torno a las causas de lo sucedido. Sin embargo, en este momento tan emocional, también se presentan pensamientos que muestran una visión desdibujada de la realidad.
“Algunas creencias falsa sobre las rupturas amorosas”
- La ruptura no se produce en un solo instante:
En muchas de las ocasiones, una ruptura no es el resultado obtenido de un hecho que indica un punto de inflexión en el amor. El adiós suele ser el efecto de la elevación de elementos que pesan negativamente en el equilibrio de quien interpreta el contexto general de la historia. Una persona puede tener la idea de una ruptura durante meses o semanas antes de dar el paso de mencionar su decisión.
En la mayoría de los sucesos, un hecho se vuelve en el detonante definitivo para tomar la decisión luego de haber estado valorando esa posibilidad a un nivel teórico.
- Buscar culpables externos a la relación:
Una relación es un tema de dos personas. Sin embargo, el dolor de poder asumir este final puede ocasionar que los integrantes de la relación prefieran buscar responsabilidades en circunstancias externas. ¿Cuál sería el efecto negativo de esta creencia? Que no deja obtener una lección de aprendizaje a quienes no actúan como responsables de sus decisiones.
Otra posibilidad es volver a la pareja responsable de lo sucedido cuando, en la mayoría de los casos, esta situación es la suma de acciones desarrolladas por ambas partes.
- La añoranza no siempre es una forma de amor:
Es muy normal que después de haber compartido tiempo con una persona, el espacio que ha dejado en tu vida desarrolla una influencia de melancolía. Este modo de echar de menos forma parte del propio capítulo del duelo en el que el adiós genera transformaciones evidentes en la situación presente del sujeto respecto al pasado más inmediato.