Al principio de una relación todo va de maravilla, pero mientras va pasando el tiempo te vas dando cuenta que las cosas están cambiando y no entiendes como pasó esto. Comienza a volverse irritante, enfermizo hasta dañino.
No es nada fácil poder aceptar la realidad. Se necesita de mucha valentía y tener el coraje para entender que el problema puede ser uno. Es por eso, que te damos las señales para que descubras si eres tú la persona tóxica en esa relación.
1.- Nunca asumes la responsabilidad
En toda relación existen las discusiones, lo importa es poder resolverlas. Si no te gusta ceder o aceptar las responsabilidades de la situación, entonces estás en un problema. Nadie en esta vida es perfecto, y es normal equivocarse. Así que sé sincero y deja de echarle la culpa a tu pareja.
2.- Evitas la confrontación
La base de toda relación es la comunicación, ya que a través de ella se solucionan los problemas que pueden aparecer en la relación. Si te niegas ante ello y prefieres hacer como si no hubiera pasado nada, entonces algo anda mal. Es bueno poder abrir tus sentimientos y decir lo que te molesta. Nunca es bueno dejar las cosas a medias, siempre es bueno resolverlas por completo.
3.- Eres consciente de que dañas al otro
Lo peor de una discusión es terminar dañando a esa persona que quieres. Comienzas a sentir remordimiento y el dolor es igual o mayor al que acabas de hacer. Comienzas a pensar que la persona tóxica en la relación eres tú.
4.- Modificaste a tu pareja
Cuando te encuentras en una relación, lo que esperas es que tu pareja te quiera tal y como eres; con todas tus virtudes, manías y defectos. El problema viene cuando la otra persona quiere hacer cambios sobre ti, decirte que debes cambiar algunas cosas, tanto que puede que pierdas tu esencia.
5.- Culpas a tu pareja
Siempre le echas la culpa de todo. Si llegó tarde, lo culpas por impuntual; si te hace molestar, lo culpas por su carácter; si olvidó algo, lo culpas por su falta de memoria. Aunque esa persona te reclame algo, siempre vez la manera de cambiar los papeles y culparlo.
6.- Eres manipuladora
Tienes el talento de que los demás hagan lo que tú digas, sin importar los intereses de la otra persona.
7.- Sólo te enfocas en lo negativo
Tu pareja puede tener muchas virtudes, pero tú siempre te fijas en lo negativo de él. El problema surge cuando la relación termine, te darás cuenta de lo que no apreciabas de él y ahora te arrepientes.
8.- Te conviertes en víctima
Debes de enfrentar las consecuencias, prefieres provocar lástima en tu pareja para que no te reclame.
9.- Siempre buscas su aprobación
Te has vuelto tan dependiente de esa persona, para hacer cualquier cosa necesitas la aprobación de esa persona. Vivir bajo la sombra de una persona también se convierte en algo tóxico.
10.- Eres incapaz de terminar la relación
Tuvieron un gran inicio, pero ahora es una tortura estar con esa persona. Sin embargo, no tienes el valor de terminar con esa persona. Te preocupa mucho el qué dirán, además no quieres quedarte sola, así que prefieres seguir con esa tortura al terminar con él.