10 errores fatales que cometes cuando discutes con tu pareja.

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Cuando discutimos algún tema sensible, es muy fácil perder el control de nuestras emociones y nuestras palabras, pero si la base de una relación es el amor, es importante estar consciente de lo que se dice, pues no queremos lastimar a nuestra pareja y sobre todo, arreglar de la manera más positiva un conflicto.

Es por ello que, si queremos tener una relación de pareja sana, debemos tomar en cuenta estos puntos, e intentar recordarlos en caso de ser necesario.

  • No usar groserías o malas palabras: Las palabras ofensivas, aunque no se digan directamente a la pareja, sólo aportan un factor de agresividad a ese momento, no tienen utilidad alguna, de hecho, mas bien, se podría estar evitando una reconciliación. Además, un lenguaje agresivo es un tipo de violencia que no podría llevar a nada bueno.
  • No es necesario gritar: Es importante, aprender a hablar durante el tiempo que sea necesario, sin alzar la voz hasta el punto de gritar y no poder enfocarse en lo que se esta hablando. Los gritos expresan la desesperación de no sentirse escuchado, así que ambos deben poner de su parte para que la comunicación sea eficaz y comprendan lo que el otro quiere decir, aunque no estén de acuerdo necesariamente.
  • No involucrar a miembros de la familia: Una discusión pareja, es asunto de dos y de nadie más. No se debe de involucrar a nadie más en el tema. Además, si hay una reconciliación, se corre el riesgo de que los familiares recuerden ese conflicto que se tuvo, cada vez que haya un nuevo motivo de discusión.
  • NO a la violencia: Jamás se debe recurrir a la violencia, bien sea emocional, psicológica y mucho menos, a la física. Durante una pelea, una persona es capaz de mostrar su peor lado. En la necedad de tener la razón o en la desesperación de no ser escuchado, es posible recurrir a la violencia, pero eso no debe de suceder, nunca. Será mejor aislarse hasta enfriarse para retomar el tema después.
  • Enfocarse: Un tema a la vez, pensar por qué se está discutiendo, y no involucrar todas las molestias. No es momento de echar en cara todos los defectos de la otra persona, pues además se le hará dudar de que se le ama aún con esa gran lista de desaciertos.
  • No decir algo, de lo que luego, nos podamos arrepentir: Pensar en una separación, por una simple discusión, y no volverse a ver nunca más, podría ser muy extremo. Pero, si así se propone, podría cumplirse, así que es mejor, pensar muy bien qué tanto amerita ese tema de la discusión.
  • No hablar de los defectos, que no se podrían cambiar: Sería absurdo hacer una gran lista de defectos si se esta en media de una discusión o pelea por un tema en específico, mucho más si nos estamos enfocando en aquellos que no se podrían ni deberían modificar, como los detalles físicos. Sólo se empeorarían las cosas.
  • No retirarse durante la discusión: Nunca dejar hablando sola a la otra persona, a menos que la situación se torne agresiva. Es mejor respirar, y pedir un momento de calma, llegar a una conclusión rápida. Aunque no se tenga nada qué decir, podemos escuchar lo que la pareja siente; puede ser muy frustrante sentirnos imposibilitados para hablar, la clave está, en no hacer este momento infinito. Por lo que debe definir qué se hará a partir de lo que sucede.
  • No es necesario dormir separados: Dormir en lugares distintos, si se vive juntos, no tiene razón de ser, a menos que haya existido alguna infidelidad comprobada. Aunque no se haya llegado a una reconciliación, se debe dar las buenas noches, y dormir en la misma cama, porque nunca se sabe, cuándo será la última noche.
  • No pelear en público: Nuevamente, una pelea de pareja es de dos, no de todo el que vaya pasando. Si se necesita discutir o arreglar alguna diferencia estando en la calle o en algún sitio público, se debe hacer en voz baja, o si se siente que no hay capacidad de control, se debe salir del lugar, y en la privacidad, conversar de lo sucedido.

Lo más importante, es reconocer si el tema por el que se discute, suele darse muy a menudo, pues si lo es y no se ha llegado a nada, es momento de tomar una decisión para saber cómo solucionarlo. No es normal pelear siempre por lo mismo. Y mantener siempre presente que la responsabilidad siempre es de ambos.