Los hombres también dan segundas oportunidades…

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“Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida, eres tan perfecto y yo tan imperfecta, eres la persona más correcta que he conocido, mientras yo, estoy tan dañada. A pesar del amor que comenzaste a mostrarme, te fallé y aun así me perdonaste”.

Las mujeres nos la pasamos esperando que llegue el hombre que nos ame, nos valore y nos cuide, y cuando llega no siempre lo valoramos. Estoy tan acostumbrada a leer que los hombres son los que siempre fallan, pero no, la realidad es que nosotras las mujeres también  lo hacemos.

La sociedad es tan sexista, y es tan absurdo que en pleno siglo XXI aún lo sea. Les digo esto, no porque es lo que creo, sino porque es lo que veo. Tuve la oportunidad de conocer al hombre más maravilloso del mundo con sus pequeños defecto igual que todos, pero con un corazón intacto que siempre me costó creer que tenía, dude de su amor, pensé que sería igual que todos pero me equivoqué y le falle, lo lastimé.

Los hombres también tienen su corazón, aunque estamos tan lastimadas por otros, que pensamos que lo único que saben hacer es dañar, mentir, traicionar. Sufrimos tanto que nuestras próximas relaciones somos nosotras quienes intentamos hacerles lo que nos hicieron.

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Le fallé a esa persona que confió en mí, que me dio todo su amor y todo su cariño, lo decepcioné. Recuerdo el momento que me miro con sus ojos llenos de dolor y decepción, vi que realmente me amaba, sentí culpa por no haberme dado la oportunidad de haber creído en el amor, me derrumbé y no pude contener mis lágrimas, realmente nunca pude comprender lo que era el amor hasta ese día.

Él limpio mis lágrimas, y me dijo que todo estaría bien, que solo fue una equivocación, él no dejo de amarme por mi equivocación y eso me hacía sentir mal conmigo misma, no merecía su amor. Él insistió en volverlo a intentar, y yo cedí, mientras por dentro me comía la culpabilidad. Él me enseñó lo que es amar, me tendió su mano y me invitó a conocer el amor.

Si tienes esa persona en tu vida que te quiere, te ama y te respeta, valórala y cuídala. No le neguemos amor a las personas correctas, porque a veces no existen segundas oportunidades.

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