Todos en algún momento nos enfadamos ya que viene a ser una de nuestras emociones primarias, sirviendo para reaccionar ante las injusticias y querer optar algo mejor. Sin embargo, el enfado continuo y excesivo crea una dinámica social negativa. Y si uno tiene una pareja el ambiente puede ser algo irritante, creando una distancia entre ellos. Lo bueno es que existen técnicas que puede enseñarnos a controlarlo y no estar enfadado todo el tiempo.
1.- Conéctate a ti mismo
Debes ser consciente de las señales que te indican de que te estás enfadando. Cuando te descuenta de ellos respira profundamente y piensa en otra cosa. No te centres en los malos pensamientos sino la cólera será peor.
2.- Sé consciente de cuando te enfadas
Lo más importante aquí es darte cuenta de la situación que estás por entrar, el enfado. Es vital que conozcas tus propios contextos en los que puede ser más fácil que te enfades.
3.- Bloquea tu respuesta de enfado desde ya
Si ya eres consciente de tus señales y situaciones, has dado un gran primer paso. Ahora no dejes llevarte por ello. Si hace falta, sal del lugar que te hace sentir ese enfado y distráete con música, con una película o cualquier otra cosa.
4.- Utiliza la relajación
Respira profundamente, relaja los músculos, céntrate en tu respiración y piensa en cualquier cosa que te haga sentir relajada.
Al inicio será muy complicado usar esta técnica en el momento que te encuentres enfadado/a pero con la practica lograrás controlar este mecanismo.
5.- Trabaja los pensamientos
Uno de los problemas de esto es que en el momento del enfado creamos pensamientos irracionales que alimentan la situación de forma negativa. Debemos ser flexibles a la hora de pensar: es bueno tener opiniones contrarias y no tiene por qué ser un motivo de discusión.
6.- Aprende otras formas de mostrar tu descontento
Podemos realizar críticas sin desmerecer a nadie, sin utilizar la ironía, entiendo así a la otra persona, diciendo lo que pensamos a nuestra pareja sin atacarla. Y recibir así las críticas sin generalizar hacia otro temas ni sintiéndote menospreciado; tenemos que aceptar y entender las quejas, y argumentar el desacuerdo sin atacar a tu pareja.
No es fácil controlar el enfado, pero tampoco es imposible. Utiliza la técnica que te hemos ofrecido para que así poco a poco logres controlar eso y no dañes a esa persona que tanto quieres. Practícalos y dale un respiro a tu relación.