Hay personas que se han acostumbrado a fingir en su relación. Se han sentido triste, pero para que la otra persona no se ponga mal, han fingido delante de ellos. Poniéndose una máscara de felicidad y engañándose a ellos mismos.
Hay parejas que les gusta que quedes con tus amigos, provocando que los veas a escondidas. Tu honestidad te ha empujado a las mentiras y el engaño.
O quizás tu pareja tiene un comportamiento que no soportas, pero como dicen que tienes que quererla con todo y defectos entonces no le has dicho nada y has estado aguantando ese comportamiento. Eso hace que te engañes a ti mismo diciendo que no es para tanto, que no debe molestarte y engañas también a tu pareja al decirle que no te molesta lo que hace.
Este engaño acaba pasando factura tarde o temprano
La falta de honestidad puede ser típica en personas que desean gustarle a todo el mundo donde ellos no se preocupan por su bienestar sino por los demás. Siempre depende de las decisiones de otras personas y no suelen llevar el timón de sus vidas sintiéndose desgraciados y perdidos.
Tratan de convencerse de que eso es precisamente lo que siente: “se supone que esto debería gustarme; por tanto, me gusta.” Este modo de no sentir, es más común de lo que imaginas y, si analizas tus emociones con honestidad, es posible que descubras que, en algunas ocasiones, has estado actuando de ese modo.
El miedo a no ser amados
Este comportamiento es por el miedo no ser aceptado por los demás, así que complacen a todo el mundo, menos a ellos. Dejando sus sentimientos de lado, pero todos tenemos que ser libres de sentir, opinar o actuar. Encontrar un equilibrio entre estas dos tendencias no siempre es fácil, pero es importante es honesto con nosotros mismos si queremos mantener una relación satisfactoria y honesta.
Las personas que dejan de fingir y empiezan a ser sinceros, su relación con los demás comienza a mejorar. Tal vez pierdas algunas amistades, pero te quedarás con los más sinceros, con los que te quieren como eres.
Tu propia libertad hace más libre a tu pareja
Cuando empiezas a dejar de hacer todo lo que tu pareja hace, le estás dando libertad a tu pareja para ser honesta. Al empezar ambos honestos y conceder al otro el derecho a ser honesto, no sólo su relación mejorar, sino que se sienten relajados estando juntos.
Cuando falta la honestidad puede haber complicaciones en su intimidad, ya que existen demasiados secretos. En el momento que decides hacer nada que le moleste, acabas mintiendo, fingiendo, reprimiendo tus sentimientos u opiniones, así alejándote de tu pareja como de tu verdadero yo.
Es importante ser honesto, concediéndole también el derecho a tu pareja. Eso hará que la relación sea honesta.